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Ripollés
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Índice de Rutas
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El Ripollés, se sitúa entre los Pirineos y los Pre-Pirineos. Es una comarca típicamente pirenaica,
y en ella se divididen dos unidades geográficas, el Alto Ripollés y el Bajo Ripollés.
El Alto Ripollés comprende el Pirineo axial, con picos como el Puigmal (2913 m) o el
Eina, o Sierras como la collada de Toses (1800 m) o la Sierra de Cavallera, donde se encuentra
el valle de Ribes y el de Camprodón. El Bajo Ripollés, está ubicado en los Pre-pirineos orientales
con un relieve más suave y contiene la Sierra de Capsacost y la Sierra de Milany.
El clima es mediterráneo de alta y media montaña, en sectores por encima de los 1600 m, y temperado y húmedo en el resto.
Los inviernos son fríos y los veranos frescos.
La vegetación se caracteriza por el predominio del bosque caducifolio en altitudes inferiores a los 1.700 metros,
a partir de esta cota predomina el bosque de pino negro y pino silvestre, salvo en las zonas umbrías, donde domina el
abeto. El roble está presente en cotas medias e inferiores, predominando el haya en las zonas más húmedas.
En la actualidad, el Ripollés conserva importantes extensiones de robledal, el pino silvestre es la especie
arbórea más numerosa de la comarca, a excepción de la zona montañosa que limita con la Garrotxa, donde
se encuentran los hayedos más extensos de Cataluña.
Su capital, Ripoll, es una villa con un importante pasado histórico con importantes monumentos románicos que la
convierten en uno de los grandes centros de la Cataluña medieval.
El pasado industrial de Ripoll se recuerda hoy en día con la llamada “Ruta del Ferro” que recorre el camino
que seguía el tren que transportaba el carbón extraído de las minas a mediados del S.XIX. Los 12 km de vía abandonada que
recorrían el trayecto de Ogassa a Ripoll, dan lugar a un camino ideal para pasear a pie o en
bicicleta.
Su cocina se basa en la cultura pastoril con influencias del Empordá. Destaca el pato con peras, las manzanas
rellenas de carne o el lomo al agridulce entre otros, basados en los productos de la comarca.
Entre sus fiestas más tradicionales destaca la Fiesta de la Lana en Ripoll, la fiesta de Sant Antoni, la
Feria del Ganado de Espinavell o la Fiesta Mayor de Sant Joan de les Abadesses donde los pueblos
rememoran antiguas tradiciones.
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